En la entrada pasada os dije que haría un balance de la Noche de los Museos en París, pero siento tener que deciros que este año no va a poder ser muy exhaustivo. Quizá penséis que por no haber podido cumplir con lo planificado, lo que podía haber ocurrido por lo poco realista de los horarios que me marqué, pero no ha sido así, los motivos fueron otros.
El primero la migraña con la que me desperté, cosa que suele pasarme habitualmente ¡ingenua de mí! El segundo motivo fue el estupendo día lluvioso y frío que hizo acto de presencia desde primeras horas de la tarde.
Así pues no me queda otra que resumiros aquello a lo que se redujo la que iba a ser una noche cuanto menos diferente y especial para mí.
La lista de los museos pasó a ser de ocho a tres, y en vez de empezar las visitas a las cuatro y terminar a la una de la madrugada, cambiamos los horarios de seis a once.
De esta primera Noche de los Museos parisina me quedo con el buen ambiente y la agilidad en las colas, en ninguno de los casos tuvimos que esperar más de cinco minutos, ni siquiera en Orsay donde ésta parecía no tener fin.
La queja, sin embargo, viene por la falta de información que los empleados tenían sobre las actividades que "sus" museos ofrecían, ya fuera esta escrita o verbal. Como ya me había ocurrido en Madrid, las pocas ganas de estar trabajando más horas se reflejaba en el entusiasmo de aquellos que por otro lado eran sólo una pequeña parte de quienes ocupan un cargo dentro del museo, el personal de seguridad, taquillas y guardarropa.
En definitiva, me quedo con la experiencia que viví en ciudades más pequeñas como Salamanca y Nancy, donde el personal afrontó la ocasión con mayor ilusión, supieron ver en este día una oportunidad única de atraer a un público nuevo y captar su atención, además de celebrarlo como una autentica fiesta en la que toda la comunidad podía participar.
No hay que olvidar que con este día lo que se pretende recordar es el papel que juegan museos y otros centros culturales en el intercambio cultural, aunque creo que de ésto no llegan a estar convencidos del todo ni quienes trabajan en ellos.
Como historiadora del arte he de decir que yo disfruto mucho de este día y así lo hice una vez más a pesar de los inconvenientes.
FOTOGRAFÍA: LauraDG
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