Memories of a natural, cultural and creative world

Lavapiés, el barrio más alegre

5/5/12


Aquel barrio que un día fue una judería y cuya sinagoga fue sustituida por la Iglesia de San Lorenzo, hoy son calles que huelen a curry, incienso, ¡y sí! también a vino  y cerveza los fines de semana, esa es la esencia de Lavapiés.
El bullicio es constante, te ves rodeado de gente de todas partes y de todas las edades, a todas horas. Lo que más me gusta es que aquí no existen ni los complejos ni las diferencias, puedes ir tan tranquilo que nadie te mira raro.Aquí te cruzas con gente de todo tipo,con los más cool de la zona, con el grupo que hay tomando cerveza en lata en la esquina de la Iglesia, con las mujeres  bengalíes que traen a sus hijos del colegio y que raramente ves fuera del barrio, con un clown despistado, con un grupo de senegaleses cantando o con las vecinas de toda la vida cotilleando en la puerta de la farmacia. Hay para todos los gustos, es un barrio multicolor, multicultural, multiracial, en constante movimiento, aquí no puedes aburrirte ni sentirte sólo.
La plaza es un ir y venir de gente que se dirige al metro, a las clases de la UNED, al Carrefour que junto al moderno Teatro Valle Inclán dominan el comienzo de la Calle de Valencia, a alguno de los restaurantes indios y kebabs que inundan las callejuelas que suben a Tirso de Molina o a las terrazas de la calle Argumosa, la que si seguimos recto nos conduce al Museo Reina Sofía.Los edificios más castizos, que nada tienen que ver con el Madrid más moderno y urbanita, se encuentran en Lavapiés. Son estrechos y no demasiado altos, y en torno a su patio central se asoman las ventanas de todos los vecinos que comparten las cuerdas para tender la ropa y los aromas de la comida que cada uno de ellos prepara, son las corralas madrileñas.
Lavapiés evoluciona siguiendo el mismo camino que recorrió Chueca, paralelamente a la transformación comercial y social, que aunque  tímida es cada vez más evidente, y lo mismo puedes comprarte un refresco en un local chino abierto casi las 24h del día, alquilar una peli en un videoclub alternativo en el que encuentras de todo, o ir al ultramarinos más típico de Madrid.
De todo se puede ver, oler y sentir en Lavapiés, que es un barrio que ya nada tiene que ver con lo que era hace unos años.
A mí me gusta este barrio, me hace sentir bien, estoy como en casa, yo no lo cambio ni por el barrio más caro y bonito de la capital. Sólo una pega, vecinas y vecinos con perro, por favor recojan las caquitas de sus mascotas!



FOTOGRAFÍA: LauraDG y Jonas G




No hay comentarios :

deja el tuyo | leave your comment

TOP